Entradas

Sanaré algún día

¿Sanaré algún día?  No puedo, aunque quisiera, ver las cosas como tú las ves.  Me dejé caer para terminar hecha pedazos;  ahora camino rota,  existo herida, y me provoca sed la sangre, que he derramado sobre el camino.  Esa sangre es mi marca, es el hilo de mi dolor,  un dolor que grita:  “ella pasó por aquí  y ha venido a destruirse destruyendo todo"

Líneas

¿Qué es la muerte? El terminar de lo que conozco como vida. Es, tal vez, esa canción que termina y permanece viva en el recuerdo… entonces, ¿no se muere?   ¿Qué es la muerte? Dejar de estar atrapada entre líneas de carne. Un rostro olvidado. Una piel fría. Hace años que mi cuerpo pesa tanto, mi joven cuerpo... sé el precio de haber vivido poco, y me es suficiente para temerle más a la vida que a la muerte, porque ya sé qué es la vida, pero desconozco qué es la muerte.   ¿Qué me da miedo de la vida? La vida que parece no perdonar, siempre hay más peso que cargar, más cansancio, más y más líneas en la piel. ¿y la muerte? Te permite no saber más de esta vida.   Qué equivocada estoy… me temo a mí misma,  a mi mente. Me justifico diciendo que le temo a la vida, que parece estar tan llena de líneas: sueltas, dibujadas, enredadas. Líneas que forman una vida, vida de encierro, vida limitada. ¿Soy? Como el pa...

•••

Tú, misterioso: Me miraste, tomaste mi mano, y algo se encendió dentro de mí. Se sintió tan bien reírnos juntos; abrigarnos del frío, ver la noche caer.  ¿Por qué quiero estar cerca de ti? ¿Por qué me da miedo conocerte? No quisiera soñarte, pero te sueño... ¿No te diste cuenta que el dolor del pasado se borró al encontrarme en tus ojos? Abrir el corazón, a veces, parece no ser suficiente.

Lucidez

  Lucidez “Y puede, puede así, que las muertes no sean todas iguales. Puede que hasta después de la muerte, todos sigamos distintos caminos”. ― María Luisa Bombal, La amortajada   H abían pasado un par de horas ya y el cansancio nos había abrazado de vez en cuando. Los dos éramos testigos de que ahora nuestras espaldas dejaban atrás el camino olvidado que representó nuestro presente. No había frente a nuestros ojos más que un paisaje sumergido entre niebla; parecía que la cima de la montaña nacía bajo nuestros pies y se extendía en nuestro alrededor sin tener fin alguno. Por un momento pensé en la muerte, en lo que implica el final de la vida.   Por un momento me olvidé del tiempo… Solté tu mano, tal vez para sentirme protagonista; para saber, quizá, si sentía temor de encontrarme sola, solo entonces entendí que soltarme de ti, me incitaba a soltarme de la vida. Hace cuántos meses que había olvidado el deseo angustiante de querer morir, pues había encontrado e...

Bitácora: Día 1

  28 / 11 / 2021 ¿El dolor? Creo que lo olvidé. Lo dejé en algún rincón de mi oscuridad, donde quizá mi mente no pudiera visitarlo.   Lo recuerdo frente a mí, me abracé de sus entrañas y se desmoronó en mis brazos, sin embargo, sostuve el vacío que dejó al desaparecer, queriendo mantener una esperanza vana.   ¿Qué puedo hacer? No puedo permanecer inmóvil, dejarme hundir en el agujero negro que habita en mi pecho. ¿Ya no queda nada? Solo están mis brazos extendidos,   listos para abrazarme, para arrancar lo que ya no soy y sostener lo que quede de mí.

XI . VIII . XXI

Respiras cariño, lo escucho mientras me acerco a besar tu frente. Mi mano que te acaricia no irá tan lejos, reposa en tu pecho; jamás escuché latir un corazón tan fuerte, ¿de dónde haces nacer tanta vida? Tus ojos permanecen dormidos, todo parece ir bien... e n tu despertar me miras y algo se abre ante mí. Yo no vi nada, no lo suficiente, hasta que me encontré sonriendo en tus pupilas.  He nacido tantas veces en tu regazo, he soñado tanto, tanto al dormir entre tus brazos. Me comí la alegría entre tus labios y sonrió, cuánto sonrió ahora, entre las gotas de lluvia, bajo el sol y con la luna en mi cara. Nunca fui tan feliz como hasta hace unos ayeres en que desperté y logré reconocer tu voz, hace cuánto fue que entre dormida alumbraste una pared desconocida en mí que no supe ver. Hoy se ilumina todo, pero ya nada me encandila. Hay tanto dolor afuera cariño… las hojas de los árboles caen, sigue lloviendo, nadie se reconoce y yo no me siento triste.  - Bertha

"Lo mejor para una mujer es escucharla"

De vez en cuando me veo en el gusto de acudir a métodos creativos para escribir. En este cuento (antes de saber que sería cuento) decidí elegir al azar, seis recortes con palabras escritas.  Fueron las siguientes: Hable Tambos Océanos Especial de lingüística Gratis Concesionario. Como resultado obtuve un cuento, el cual quise voluntariamente hacer irónico, con el fin pues, de hacer una crítica al micromachismo, ese que es como un resto de comida entre los dientes masculinos; restos que todos podemos llegar a ver, a diferencia del que los presume, con su gran sonrisa desgraciada por un descuido que se cree insignificante. Nos reflejamos en el silencio de un sociedad avergonzada que no se atreves a decir: “tienes machismo ahí atorado entre los dientes”.     “LO MEJOR PARA UNA MUJER ES ESCUHARLA” – Público que nos ve y nos escucha...lo mejor para una mujer es escucharla, yo les digo esto de buena fe, ¡Se los digo siempre! – Hable señora, que qui...