Oda al reloj de arena.

 

Reloj de arena

En tu cuerpo se cuentan mis horas…miedos y esperanzas.

 

Avisas la aproximación de mi muerte

vacilando la velocidad con que se me escapa la vida.

 

En tus curvas se crea la ligera cascada desierta

destinada a ahogar la boca del vacío.

 

Guardas el líquido terrestre

creador de una montaña que no puedo tocar.

 

Te cubres de tu propio tú… pero trasformado

como la oruga arenal

que se desliza

por las alas de una mariposa de vidrio.

 

Tu efímero recorrido se dedica a contar la eternidad

 

Tú no das las pausas de esperanza que un reloj normal

ni el espacio silencioso que existe entre un tic, y un tac.

 

Tu paso inexorable desgarra la ilusión

que el hombre tiene de la inmortalidad.

 

Te observo en algún vano intento

de apreciar tu fluidez temporal.

 

Deseo verte dormir dispuesto en horizontal

ese momento es detener la ilusión del tiempo

es mi ingenuidad 

sintiendo que no pasa nada

y que la vejez se ha perdido

en el rumbo de mi presente eterno.

                                                                                                                                     -Bertha.

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