Entradas

Mostrando las entradas de diciembre, 2020

Círculo patético

 Este texto lo escribí  hace 3 años. (borrador) A quien corresponda: Te encuentro aún colgando de mis párpados pesados junto a mis lagrimales marchitos inservibles Me hieres en las corneas me hieres   Tus últimos pasos todavía resuenan en mis oídos no pienso en otro sonido y afuera… el desmesurado silencio advierte llevarme a la locura   Té sigo pintando de rojo en la desesperación ya no lo soporto quiero apretarles el cuello a las ilusiones que me reclaman decepcionadas el porqué de tu adiós   Tu ausencia me ha cosido los labios me ha cosido los ojos las manos me siento inútil en el corredor se encuentra tirado mi cuerpo empolvado de recuerdos sucios secos   Mi boca tiene sed de tu voz tu voz que no está continúa bailando sobre mis huesos que duelen como huecos negros de dientes olvidados   Mis oídos otra vez mis oídos los que lloran sangre a gritos nadie los escucha lloran atormentados...

Día normal

 Siempre estoy medio triste, medio vacía, medio desolada y medio distraída, más concentrada en mi tristeza. Siempre me empapo de los lugares que más triste me ponen. Es triste, triste, triste, habitar en la medianía de la tristeza, porque no es tan grande para llorarla, ni tan pequeña para ignorala, es específicamente la porción de tristeza con la que uno puede cargar todos los días; la gotita de agua cayendo continuamente sobre la piedra, como castigo de un no sé qué o un gusto sin saber por qué. Mi tristeza soplándome frío en el pecho, mi tristeza cantándome a volumen mesurado. Mi tristeza, solo mía, de nadie más. -Bertha Landín.