XI . VIII . XXI
Respiras cariño, lo escucho mientras me acerco a besar tu frente. Mi mano que te acaricia no irá tan lejos, reposa en tu pecho; jamás escuché latir un corazón tan fuerte, ¿de dónde haces nacer tanta vida? Tus ojos permanecen dormidos, todo parece ir bien... e n tu despertar me miras y algo se abre ante mí. Yo no vi nada, no lo suficiente, hasta que me encontré sonriendo en tus pupilas. He nacido tantas veces en tu regazo, he soñado tanto, tanto al dormir entre tus brazos. Me comí la alegría entre tus labios y sonrió, cuánto sonrió ahora, entre las gotas de lluvia, bajo el sol y con la luna en mi cara. Nunca fui tan feliz como hasta hace unos ayeres en que desperté y logré reconocer tu voz, hace cuánto fue que entre dormida alumbraste una pared desconocida en mí que no supe ver. Hoy se ilumina todo, pero ya nada me encandila. Hay tanto dolor afuera cariño… las hojas de los árboles caen, sigue lloviendo, nadie se reconoce y yo no me siento triste. - Bertha